Hay
días, sobre todo en invierno con tan bajas temperaturas, que uno se resiste a
abandonar la cama aunque fuera para trabajar. Siempre tratamos de ganar cinco
minutos más entre las cobijas, pero cuando sus vocecitas te llaman para
acompañarlos al baño o te gritan buen día, te levantas como un bólido sin
siquiera pensarlo.
Levantarse con ellos es no pensar, es puro instinto, rutina o lo que fuera. Hacemos todo sin importarnos si hace frío, calor, si estamos descalzos o semidesnudos. Los vestimos, los aseamos, los mimamos, les preparamos el desayuno y…ah, recién ahí nos acordamos de nosotros.
Sin embargo, levantarse con ellos es lo mejor del mundo, porque si bien dejamos esa cobijita caliente atrás, sus risitas matutinas no se repiten en ningún otro momento del día.
Felices los padres que disfrutamos a nuestros hijos cada mañana.
Imagen: Dormir personaje bebé| Vector by Vector Open Stock
Diario: Levantarte con la voz de tu hijo es empezar el día bien
Sobre el autor: Ezequiel T.
Ezequiel T. es papá soltero y cría solo a su hijo desde que su pequeño tiene dos años. En sus escritos relata su forma particular de encarar la paternidad desde el punto de vista de un papá geek, cinéfilo y periodista.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios: