Llegan los días de lluvia en primavera y los niños se nos escapan de las manos para ir a saltar a cualquier charquito que tengan cerca. Gritamos, chiflamos, agitamos las manos como si fuéramos directores de tránsito, pero no nos dan bola. Son chicos y ninguna explicación científica como "te vas a resfriar" "te va a dar neumonía" o "es agua sucia de alcantarilla" los convence de meter las patas hasta la rodilla en cualquier agujero lleno de gérmenes y basura flotante.
Entonces, ¿qué hacemos? ¿Seguimos gritando? Si quieren chapotear, que chapoteen con cuidado. Botas de lluvia, pilotito de star wars y un lindo paraguas antes de salir a la calle, porque, aunque lo neguemos, a nosotros también nos da un poco de ganitas de bailar bajo la lluvia sin pensar en nada más.
Si Peppa Pig lo hace, ellos también lo van a querer hacer, así que basta de intentar evitarlo y a darles toda la protección necesaria para que no se enfermen. Ropa adecuada y un baño caliente despúes lo van a dejar súper calmado y con suerte, se van a dormir una siestita para dejarnos descansar (aunque probablemente a la noche tengan el doble de pilas)
A disfrutar la lluvia mamá, que solo una vez en la vida se es niño!
Foto: Pixabay
Diario: Los días de lluvia son para chapotear
Sobre el autor: Ezequiel T.
Ezequiel T. es papá soltero y cría solo a su hijo desde que su pequeño tiene dos años. En sus escritos relata su forma particular de encarar la paternidad desde el punto de vista de un papá geek, cinéfilo y periodista.
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